Para que los viajes no se nos hagan tan pesados y el famoso “cuánto queda” no se escuche demasiadas veces, te enseñamos cinco formas diferentes de conectar tu móvil al coche para que la música te acompañe en todos los trayectos, tanto en los cortos como en los viajes más largos, sobre todo ahora que queda poco para las vacaciones de verano.
- USB: si tu radio tiene ranura USB puedes conectar el móvil mediante un cable, dependiendo del teléfono móvil, a veces el propio cable del cargador sirve para conectarlo. Esta era la manera más habitual de hacerlo hace años, pero hoy en día con las nuevas tecnologías se usa cada vez menos.
- Mechero del coche: existen varios tipos de dispositivos que se conectan al mechero del coche y permiten enlazar el teléfono por cable o incluso por ‘bluetooth’. Son los llamados transmisores de radiofrecuencia, dispositivos que crean una frecuencia y la envían a la radio del coche. De esta manera todo lo que conectes al transmisor lo escucharás por la radio.
- Conexión auxiliar: si la radio del coche o el sistema estéreo del propio vehículo tiene conexión ‘aux’, también conocida como entrada de auriculares, se puede conectar el teléfono a través de esta entrada. Solo necesitas un cable auxiliar jack de 3,5 mm para conectar un extremo en el móvil y el otro en la conexión ‘aux’ del vehículo.
- ‘Bluetooth’: dependiendo del vehículo puede ser que tenga integrado la conexión ‘bluetooth’ o que lo tenga la radio del coche. Para conectarlo tienes que habilitar la conexión ‘bluetooth’ desde los ajustes del ‘smartphone’. El propio móvil buscará los dispositivos disponibles y al seleccionarlo se enlazará con la radio del coche.
- Adaptador de cinta de casete: si tu coche es demasiado viejo y tiene entrada de casete puedes usar un adaptador de cinta para reproducir el audio. Solo tienes que introducir el adaptador en la pletina de casete y conectarlo con la toma de audio del móvil.
Si no tienes música descargada en la memoria del teléfono no desesperes, también puedes usar aplicaciones de música como Spotify, Apple Music, Google Music o cualquier otro servicio de música ‘streaming’.