Su última publicación se llama Sobre innovación educativa: la intersección entre la pedagogía digital, la inteligencia artificial y el aprendizaje personalizado. Así se titula el informe de Luis Toro, que aporta datos sobre los beneficios de las herramientas digitales en los centros educativos.
Toro es director de programas académicos de OBS Business School. Posee, entre otros títulos, el de doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Granada y la licenciatura en Psicología por la Universidad Central de Venezuela.
En el referido estudio alerta de la importancia de aplicar la inteligencia artificial y las herramientas telemáticas a la enseñanza para estimular a la generación millennial, es decir, a los nativos de la era digital.
–La pandemia ha adelantado la digitalización de la enseñanza...
–El estallido del Covid supuso la interrupción de la educación a nivel global más importante de la historia. Según la Unesco, el cierre de las instituciones de enseñanza tuvo un impacto directo en más de 100 millones de maestros y personal escolar. Todo esto hizo que se pusiera el foco de atención mundial en la educación on line. Ahora se ha pasado a un formato híbrido que parece haber llegado para quedarse.
–¿Qué protagonismo ocupa la educación digital en la polémica Lomloe?
–La nueva ley de enseñanza incluye el plan Educa en Digital, que contempla acciones para apoyar la transformación digital del sistema educativo, en colaboración con las comunidades autónomas. Entre otros servicios, pone a disposición de los alumnos más vulnerables dispositivos, en calidad de préstamo, que faciliten la educación digital tanto de forma presencial en el centro como de manera remota.
–La realidad es contradictoria: profesores de cultura analógica y alumnos que son nativos digitales...
–La expectativa de las nuevas generaciones es que la enseñanza sea rica en tecnologías digitales. Los jóvenes, en ámbitos distintos al académico, están rodeados de ellas: se relacionan, se comunican y consumen contenidos a través de redes sociales; ven televisión digital, escuchan música en streaming... Todo ello implica un desafío constante para los educadores, cuyas habilidades y competencias digitales, en muchos casos, son inferiores a las de sus alumnos. En EEEUU existe una preocupación por este asunto y también en la Unión Europea, que, por tal motivo, promueve el Plan de Acción de Educación Digital.
–Una transformación que agranda la temida brecha digital...
–Sin duda. Según Digital Divide Council, de EEUU, un menor acceso a la tecnología digital puede conllevar un bajo desempeño. Algunas de las iniciativas clave para reducir la brecha digital incluyen promover la alfabetización digital a través de campañas o incentivos. Lo que está claro es que cerrar esa brecha en la educación es un proceso gradual y costoso, pero supone un requisito previo para el desarrollo.
–¿Puede decirse que la pizarra y la tiza han muerto?
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— Irawan Kaharudin Wed Jul 21 14:00:47 +0000 2021
–Quizás en su versión analógica sí están en fase de declive. Sin embargo, la mera presencia de un ordenador en el aula no hace que el aprendizaje sea efectivo. La pedagogía digital exige el uso cuidadoso de las herramientas y la decisión de cuándo no utilizarlas prestando especial atención a su influencia en el aprendizaje. La adopción de tecnología no es suficiente para la transformación digital. Es necesaria una visión estratégica que evite el riesgo de adquirir los recursos para lo mismo que se hacía antes.
–¿Cómo consigue la inteligencia artificial (IA) evitar el abandono temprano de los estudios?
–Los desarrolladores están creando aplicaciones para tal fin, como los sistemas de alerta temprana que detectan cuándo el comportamiento de un estudiante puede indicar una mayor probabilidad de un evento posterior indeseable, como abandonar un curso. Otros investigadores combinan tecnología de IA con otras disruptivas que permiten una evaluación rigurosa del desempeño. También se aplican sistemas basados en voz y en gestos o robots sociales y educativos.
–Lo cierto es que, además de leer y escribir, los niños del siglo XXI deben poseer destreza digital...
–Las habilidades de alfabetización digital de los educadores están cada vez más en el foco de atención de las políticas educativas. Padres, agentes empleadores y la sociedad en general esperan que el sistema educativo forme a los alumnos en esas competencias, que les permitan afrontar con solvencia los desafíos de una sociedad acostumbrada a la constante aparición de nuevas tecnologías. No olvidemos que los niños, desde muy corta edad, están de forma continua frente a las pantallas. La penetración de la tecnología en los hogares y en los teléfonos inteligentes refuerzan la necesidad de incorporar una adecuada alfabetización digital.
–Sáqueme de dudas. ¿Las TIC son de plena garantía en las evaluaciones?
–Efectivamente la seguridad de la evaluación digital es un tema muy debatido en el sector de la formación on line. Con la pandemia del Covid, se ha generado una gran preocupación sobre la integridad académica. Y ello, pese a que las evaluaciones digitales tienen más ventajas que el tradicional método de lápiz y papel.
–¿Y cómo se evitan esas trampas?
–Utilizando las herramientas adecuadas y mejores prácticas. Por ejemplo, se pueden emplear sistemas de inteligencia artificial, con la transmisión y grabación de vídeos.
–¿La IA puede sustituir a un docente?
–Las competencias únicas de los educadores hacen que sus puestos de trabajo sean diferentes a otros en la posibilidad de automatización. Pero la IAsí puede mejorar a los profesores al brindarles una mayor comprensión de las necesidades de los estudiantes.