El Hospital Italiano de Buenos Aires comenzó a implementar servicios de telemedicina en 2017, concluyendo ese año con 1.000 teleconsultas. En 2019, las consultas remotas de la clínica argentina alcanzaron las 4.000 durante todo el año; un salto que, si bien significativo, no se acercaría siquiera un poco a lo que vendría más adelante. “Llegó la pandemia y la telemedicina se vio potenciada. En marzo de 2020 se hicieron 25.000 consultas a distancia, y en mayo 125.000”, cuenta Fernando Plazzotta, jefe de Informática para la Comunidad del recinto. “En 2019 hacíamos 4.000 teleconsultas por año y en mayo de 2020, 4.000 por día. Este gran impulso requirió un gran desafío”, agrega el también coordinador del programa Telemedicina del Hospital Italiano de Buenos Aires.
Pero ese incremento exponencial de las consultas remotas que vivió el centro de salud argentino no fue un caso aislado, pues el impulso de las herramientas digitales en el sector de salud fue enorme desde el desembarco del COVID-19.
Tanto es así, que este año The Economist definió 20 tendencias que dejó la pandemia y una de ellas es la migración del sistema médico a lo digital gracias a las tecnologías a distancia. Efectivamente, la forma de acceder a la salud fue uno de los ámbitos que cambió radicalmente a partir del coronavirus, generando un crecimiento sin precedentes en el sector.