La industria del videojuego ha sido una muy prolífica en los últimos 35 años, en territorios como Japón, China y Estados Unidos vemos cada vez más estudios independientes y AAA naciendo y muriendo. No es casualidad que estos países sean potenciales económicas y políticas y que otros territorios con menos ventajas tengan menos desarrolladores de videojuegos.
Desafortunadamente, Latinoamérica es uno de estos lugares en donde los videojuegos son un pasatiempo muy caro, ya ni se diga hacerlos. Por eso, algo especial de nuestra gente surge, hay que celebrarlo, hablar de eso, ser testigos de lo que parece un milagro.
VA-11 Hall-A: Cyberpunk Bartender Action es un título en el que ocupamos la piel de Jill, una bartender que se encuentra a la deriva en su vida, pero que aún no lo sabe. La idea del juego es servir tragos a los clientes del bar VA-11 Hall-A (llamado “Valhalla” por sus clientes habituales) para que vayan soltando la lengua y aprendamos de ellos hasta que termine nuestro turno.
Corre el año 2069 en Glitch City, una de las pocas ciudades de este universo cyberpunk en donde se experimenta con los ciudadanos, la inteligencia artificial, los humanoides y las nanomáquinas. La ciudad es conocida por su corrupción rampante, la escasez de alimentos y el alto precio que hay que pagar para tener calidad de vida.
Valhalla fue concebido y diseñado en su totalidad por Fernando Damas y Christopher Ortiz, dos venezolanos que comenzaron su proyecto con un blog de anime y cultura otaku. En algún momento durante el desarrollo lograron salir de Venezuela y terminaron el proyecto con ayuda de Ysbrid Games en 2016 luego de varias demos y prólogos preliminares que gustaron en la Cyberpunk Game Jam de Itch.io.
En el proceso contrataron a Michael Kelly, conocido como Garoad, y fue este quien compuso la banda sonora de todo el juego. El elemento musical es importante, pero ya hablaremos de eso. Por ahora el punto es que solo dos personas diseñaron, escribieron y programaron el juego con el software Game Maker, mientras que un tercero compuso toda la banda sonora.
Dada la la situación política en Venezuela, y dado que los mismos integrantes de Sukeban Games celebran en su blog haber huido de Venezuela, uno podría creer que su juego tendría muchas opiniones políticas muy fuertes. Pero no es el caso, Valhalla sí tiene crítica social, pero principalmente se centra en el individuo, en sus personajes, sus decisiones, sus remordimientos y metas.
Valhalla se juega mayormente presionando un botón, uno que simplemente indica al juego que ya terminaste de leer lo que te dijeron y quieres la siguiente línea de diálogo. Eso es lo que haremos la mayor parte del tiempo, hasta que alguien nos pida un trago y debamos revisar nuestro manual de bartender para saber cómo prepararlo.
Hay 5 elementos con los que mezclar tragos: Adelhyde, Powdered Delta, Bronson Extract, Flanergide y Karmotrine. Nuestro manual nos dice cuánto de cada elemento debemos mezclar, si debemos dejarlo reposar, si será en las rocas y si debemos mezclarlo o agitar. Hacer un solo paso mal significa que la preparación falla y debemos volver a empezar.
No obstante, puedes tirar ese mal trago y volver a intentarlo, realmente no hay presión para prepararlo rápido, así que puedes leer las instrucciones varias veces hasta que salga bien. Entregar un trago inadecuado no te llevará al “game over”, solo perderás algo de dinero, por lo que no podrás comprar baratijas en la tienda, pero tampoco son necesarias para avanzar.
En líneas generales, Valhalla no puede “jugarse mal”, no puedes “morir” ni nada por el estilo. El juego está inspirado en el género de las novelas visuales que se hizo popular en Japón en los 90 con la computadora personal PC-9800, por lo que como su nombre indica ves y lees. Y poco más.
Puede que ahora mismo algunos vean “red flags” que lo alejen del juego. Y claro, hay que respetar los gustos de todos, pero permítannos decirles que ciertamente Valhalla no es un título tradicional con retos y enemigos, no obstante, su enorme valor está en las relaciones interpersonales y el guion.
Cada cliente que entra al bar tiene una personalidad muy marcada, algo interesante que contar y son herramientas narrativas que hacen avanzar la historia. Jill en principio parece un ente sin personalidad que solo sirve tragos y que sirve como espejo para los clientes. Sin embargo, el mérito de Fernando Damas, el escritor, es el de ocultar por suficiente tiempo que Jill está emocionalmente rota y que no está callada para escuchar sino por una depresión que la detiene desde hace años.
Pero no nos adelantemos, no haremos spoilers, es una historia que cada jugador merece descubrir por sí mismo.
Además hay muchos otros personajes: el Sr. Dawson un cínico editor de The Augmented Eyed, un periódico amarillista que debe plegarse a las peticiones de los inversores; Dorothy una androide que trabaja como prostituta y usa su figura de menor de edad para atraer clientes; Dana, la misteriosa jefa de Jill y dueña del bar, posee un brazo biónico y respetada por un pasado que es un misterio para el jugador.
Faltan más: Alma Armas, asesora de seguridad digital; Streaming-chan, creadora de contenido que streamea toda su vida constantemente para poder pagar las cuentas: Sei, una White Knight (la policía de la ciudad), que vive para salvar inocentes, entre varios otros. Según la última encuesta del estudio, todos los personajes al menos tienen a un jugador que los prefiere.
Y es que Sukeban Games decidió no enfocarse en las claros paralelismos que hay entre cualquier ciudad venezolana y Glitch City, sino en la felicidad dentro del caos y el desastre que es la vida de cada personaje. A medida que avanzas en el juego, compuesto por 19 días, conoces más de estos personajes, sus tragedias y miedos, y es muy difícil no empatizar con ellos.
El cariño y el aprecio es algo que se gana en la vida real, y la escritura del juego, los constantes diálogos e interacciones graciosas o no, te llevan a conectar con todos. Sobre todo con Jill, puedes leer sus pensamientos y en seguida notas que está muy enamorada de Dana, su jefa y que ni siquiera lo sabe, ya que se engaña convenciéndose de que es admiración.
A toda estas hay que hablar de un tema relevante para la industria hoy día, la representación de la comunidad LGBT está por todos lados. Todos los personajes hablan con naturalidad de su sexualidad y al menos la mitad de ellos son bisexuales o gays, las conversaciones al respecto son naturales y nunca vas a sentir que el tema venga de la nada o sea fan service.
Por suerte, Sukeban logró mantener un equilibrio entre la conversación subida de tono y las características de un personaje. Valhalla nunca llega a ser un juego erótico o sensual si quiera, pero sí tiene una fuerte carga emocional que, admitámoslo, casi siempre viene acompañada de atracción sexual y el juego no huye del tema.
Una experiencia frecuente es ver llegar a Dorothy y que te pida un Piano Woman, un trago muy común. Dorothy Haze es una lilim (un androide con una inteligencia artifical muy avanzada) y cierto día rechaza su Piano Woman habitual, por lo que detectas que algo anda mal.
La chica te cuenta que debe visitar a su madre humana adoptiva de vez en cuando. Sin embargo, tiene miedo de no sentir emociones adecuadas por su madre y de que la esté usando para rellenar el espacio que dejó su hija muerta. La ironía de todo es que la preocupación del personaje refleja que sí siente, sí ama y de que además tiene miedo de no cumplir expectativas.
Jill logra convencerla de que la visite y haga lo mejor que pueda para pasarla bien con su madre y eso hace. Días después Dorothy vuelve y te enteras de que todo fue bien y pide su trago usual y vuelve a su humor desinhibido y feliz. En una simple historia conectas con un personaje que ni siquiera es del todo humano y allí está la magia de Valhalla.
En 2016 se podían leer muchos análisis que hablaban de la falta de dificultad y tensión y de cómo la jugabilidad podía aburrir, incluso algunos hablaron de que Valhalla no era un videojuego. Y claro si quieres acercarte al título de manera “tradicional” puede ser, pero luego de lo que les contamos lo cierto es que quieres descubrir cada final con cada personaje y descubrir los clientes y tragos secretos.
Y es ahí en donde entra el reto, los clientes no siempre te dirán lo que quieren, a veces solo te dirán “algo dulce” o “lo más elegante” que tengas. No acertar te hará perder dinero y diálogos secretos, perder interacciones ocultas en un juego de relaciones interpersonales es equivalente a no conseguir esa espada que buscas o no escalar todas las atalayas, una tragedia, por su puesto.
Además, después de 19 días quieres conocer el final de cada historia, incluso la de Jill que puedes perderte por completo si no tienes 10.000 dólares para el final de mes. Así que sí hay reto y si hay consecuencias, esto sigue siendo un videojuego, solo que este sabe que su público no quiere la mejor arma, sino conocer más a fondo a sus personajes y cerrar con broche de oro esa relación virtual.
Es muy recomendable servir todos los tragos de manera adecuada, incluso los secretos. Al final de la partida te sentirás mejor al enterarte del final de Virgilio, por poner solo un ejemplo. De igual manera, hay que decir que es casi imposible acertar todos los tragos a la primera partida (a menos que uses una guía). Así que mentalízate a que seguramente querrás aprovechar el Nuevo Juego+ en el que conservas tu dinero y baratijas de la tienda.
Así que esperamos que con esto hayamos convencido a al menos una persona de probar el juego, no es una experiencia olvidable, sobre todo si se llega al final. Además de lo mencionado, hay muchas pequeñas referencias a la cultura de 4chan, a la misma Sukeban Games y sus “waifu games”, a la enfermiza idealización de las idol japonesas. Estamos ante un juego único en la industria que salió de dos mentes latinoamericanas que encima es muy accesible.
Ahora mismo VA-11 Hall-A: Cyberpunk Bartender Action está disponible en Steam, Itch.io, GOG, PlayStation 4, PlayStation Vita y Nintendo Switch. Al final del juego podrás acceder a un prólogo y un epílogo, además, existe un spin off y ya hay secuela en desarrollo, N1RV Ann-A: Cyberpunk Bartender Action, así que prepárate para entrar en lo que parece el comienzo de un universo extendido.
Sukeban ha podido armar una buena comunidad de jugadores gracias a Valhalla, no hay un juego latinoamericano que haya podido generar tantas emociones a tantos jugadores en cada rincón del mundo. Incluso hay mercancía a la venta en la tienda oficial de Ysbrid Games y los artistas, alentados por Sukeban, publican fan arts en su blog y redes sociales, (eróticos y no eróticos). La comunidad ha respondido con una traducción al español disponible solo en PC y Vita y que se instala con un simple parche.
Tampoco no nos podemos ir sin recomendar la banda sonora del juego, es parte esencial del trabajo de Jill elegir la música que sonora en la rocola del bar. Michael Kelly compuso más de una veintena de canciones que te harán sentir en 2069 y, claro, siempre puedes escucharlas en YouTube, pero todo toma un significado distinto cuando lo disfrutas en Valhalla.