'Machine Learning': valor añadido en soluciones para pymes y oportunidad para emprendedores

CASTELLÓ. La quinta sesión del ciclo de webinars Smart Business Innovación&Valores, organizado por la Cámara de Comercio de Castellón, dio cauce ayer tarde dio cauce ayer tarde a un fructífero diálogo en torno al estado de la aplicación de una de sus ramificaciones -el ‘Machine Learning’ (ML)- en la empresa de hoy, en un encuentro virtual bajo el título El último tramo de la Inteligencia Artificial (IA). En torno a este eje pivotaron tanto las reflexiones vertidas en la primera parte, centrada en un diálogo entre el escritor y divulgador científico Adolfo Plasencia, y el CEO de BigML, Francisco J. Martín, como en la mesa redonda posterior -Cómo puede impactar la IA en tu empresa-, que contó con la participación de Vicent Botti, catedrático de Computación y director del Instituto Valenciano de Investigación para la Inteligencia Artificial -VRAIN- en la Universitat Politècnica de València; Juan Ignacio Torregrosa, director general para el Avance de laDigital de la Generalitat Valenciana y Alfredo Cebrián, socio-fundador y CEO de Cuatroochenta. Sergio Méndez, director de Panamerican Business School, se encargó de la moderación del conjunto del webinar.

Con el patrocinio premium de CaixaBank, la sesión se abrió con la bienvenida a cargo del director de la Cámara, Javier Valls, quien agradeció la participación de los asistentes al encuentro virtual, así como la colaboración de todos los patrocinadores del ciclo y de la sesión.

Plasencia abrió el diálogo inicial con una exposición en la que explicó que el ML “es la rama de la IA que se está implantando más rápidamente” y recordó que en esencia, un sistema de software “aprende cuando su desempeño mejora con la experiencia y mediante el uso de datos”. Asimismo, el escritor destacó que esta tecnología “puede aplicarse horizontalmente a multitud de sectores y campos en cualquier tipo de funcionamiento empresarial, de gestión y de comercio, pero lo que quiere saber el empresario es cómo puede utilizar IA y ML en su empresa con resultados reales”. Recordando su reciente entrevista en Castellón Plaza, Plasencia hizo hincapié en que la vanguardia de la IA “funciona con la tercera cultura: la fusión de la cultura tecnocientífica con la humanística, y esto deberían tenerlo en cuenta también las empresas y los reguladores, porque su impacto social es enorme y en su aplicación surgen dilemas éticos y sociales”.

Entre otros ejemplos de aplicación de la IA, el divulgador habló de una reciente investigación en la que participa el químico moncofino Avelino Corma con investigadores del MIT, en la que se ha aplicado ML a la síntesis de zeolitas (minerales), llegando a la conclusión de que este método (el aprendizaje automático) es muy adecuado “para sustituir los enfoques de prueba y error utilizados tradicionalmente para guiar la experimentación”, calificando el ML como “el eslabón perdido para realizar descubrimientos de alto rendimiento”. El pero: los modelos predictivos desarrollados por este medio “podrían no ser interpretables por los humanos”, según Corma, por lo que “tenemos que seguir trabajando en la representación de los datos de manera que maximice lo que humanos y máquinas aprenden unos de otros”. Plasencia concluyó que la IA “está más cerca de lo que creemos, en las empresas”.

En el intercambio con Plasencia, Martín constató que el gran avance en materia de hardware en las últimas décadas no ha sido acompañado de una progresión significativa del software, “y la primera referencia al Deep Learning en la literatura científica es de mediados de los 80”. El CEO de BigML lamentó el “exceso de optimismo” registrado en los últimos años en torno a la IA “solo porque determinadas cosas han funcionado bien”. Al respecto, fue claro: “la IA no la ‘veo’, en tanto que técnicas que puedan convertirse en un aplicativo, hasta dentro de 100 ó 200 años: falta ingeniería fundamental para que las cosas funcionen”. A este respecto, e interrogado por Botti, quien había dicho que esta dificultad “ya la vivimos cuando la crisis del software”, Martín coincidió con éste en la necesidad de aplicar “conceptos de ingeniería al software para hacerlo más productivo”. Así, concluyó: “esto hemos vivido ya y es solucionable: hay que ver cómo se puede entrenar a más gente… necesitamos a más arquitectos de software centrados en soluciones de IA”.

Junto con Plasencia, Martín repasó su propia trayectoria, que le llevó a crear las compañías tecnológicas Isoco y Strands -desde la que vendió más de 30 patentes a Apple- antes de cofundar BigML en 2011. A lo largo del tiempo, detalló, “la técnica básica de la IA ha evolucionado solo marginalmente, por lo que hay que darle cobertura con un montón de reglas que no tienen nada que ver con la IA”. Según Martín, “combinando ML con razonamientos muy básicos podemos tener resultados mejores, y Europa debería hacerse más fuerte en ese tipo de técnicas o combinaciones de las mismas”. Más concretamente, en España localizó “una oportunidad muy buena para emprendedores que identifiquen necesidades comunes de todas las empresas de un sector concreto, estandarizando el formato de datos que esas empresas consumen, para proporcionar soluciones que aporten un impacto fundamental en estas compañías: por ejemplo, estoy seguro de que muchos hoteles y restaurantes, en un país tan turístico, no tienen ningún sistema de previsión de la demanda a corto plazo, para gestionar su estoc o el tipo de comida que se va a solicitar en función del tiempo que hará mañana o la próxima semana, y no hay un paquete de software que lo puedan comprar 50.000 restaurantes españoles”. El empresario elogió “el alto nivel al que se forman los estudiantes en España”, que provoca que solo falte “la chispa para arriesgarse a nivel empresarial, solo hace falta darles un empujoncito”.

En su caso, BigML ofrece una herramienta de ML más accesible, más fácil y más barata para todo el mundo, concebida “para democratizarlo”. Según Martín, se trataba de hacer toda la experiencia "agradable". La publicación india Analytics India Mag situó la solución de la compañía en primera posición entre las plataformas de ML a nivel internacional en 2021, resaltando su capacidad de construir “un modelo de aprendizaje automático o aprendizaje profundo con solo 3-4 clics”.

Los retos de la IAEn la mesa redonda se analizó el estado actual de la IA, los retos de la sociedad frente a los avances en este campo y su impacto futuro en los seres humanos. Abrió el fuego Vicent Botti con una reflexión a nivel geoestratégico: “Europa tiene que hacer un esfuerzo importante para no perder el tren ante China y EEUU, y gran parte del esfuerzo debe ser en formación de nuestros profesionales en IA, para ser más competitivos”. Por su parte, Juan Ignacio Torregrosa auguró un crecimiento “exponencial” de sus efectos: “es como si le hubieran preguntado a Edison por el efecto de la electricidad; todos tenían la sospecha de que iba a tranformar el mundo, y eso es lo que puede pasar con la IA”.

Hilando sus reflexiones con las expuestas por Martín en la primera parte de la sesión, Alfredo Cebrián destacó que el cambio de los últimos años se ha basado “en que se ha acelerado la disponibilidad de los datos y hemos vivido una commoditización del servicio”. El CEO de Cuatroochenta afirmó que “hablar de IA es un paraguas demasiado amplio”, por lo que prefirió hablar de “sencillos modelos aplicables en contextos muy concretos, que son eficaces reduciendo costes en empresas concretas: una aplicación sencilla de ML bien aplicada , eligiendo bien sus variables, modifica todo un sector”. Cebrián rechazó la idea de abrazar “en general” la IA, abogando porque las empresas “no pierdan su foco, se pregunten qué valor crean para sus clientes y profundicen en eso si quieren mejorar de verdad”. Y para ello, “todo pasa por invertir tiempo y dinero, y contratar buenos profesionales, porque a la empresa que se levanta por las mañanas pensando en cómo mejorar, obsesionada por el valor que aporta al cliente, la IA le entrará por la puerta directa o indirectamente a través de soluciones tecnológicas concretas”.

Por su parte, Juan Ignacio Torregrosa afirmó que los datos “son el nuevo petróleo, la fuente de energía sobre la que se basa la economía” y auguró el próximo salto de la generación automática de datos, “por ejemplo por el Internet de las Cosas (IoT)”. En este sentido, el director general para el Avance de laDigital señaló que “ese volumen de datos dará origen a hardware para tratarlos y almacenarlos”, para concluir que el crecimiento de la IA beneficiará a la Humanidad “sobre todo si somos capaces de anonimizar correctamente los datos y tener una capa de ciberseguridad que nos proteja de los bandoleros del siglo XXI”. En este punto, Cebrián llamó la atención sobre el peligro que supone la posible instauración de cambios “que como usuarios finales juzguemos como positivos pero que pueden generar un perjuicio global”, apelando a tener “un poco más de visión y responsabilidad en el impacto global como sociedad”.

Botti recordó que la tecnología es neutra y apeló a su aprovechamiento por el sector industrial, un sector que según explicó “está interesado también en que se junto al ML, sus sistemas incorporen también el conocimiento acumulado por cada empresa en su ámbito. Asimismo, el catedrático subrayó la necesidad de que toda la IA sea explicable, puesto que “eso es clave para que sea confiable”.

En cuanto a la posibilidad de que la IA se vuelva contra los humanos, Martín esgrimió un argumento tranquilizador: “los humanos tenemos una inteligencia que nos hace capaces de adaptarnos a diferentes situaciones… yo puedo coger el móvil y la taza sin necesidad de conocer su peso exacto ni qué articulación debo utilizar: para que los robots se adapten a eso y reaccionen en tiempo real falta mucho. Y eso no se transmite bien en los medios de comunicación, ahí está todo por construir”. En esta línea, Torregrosa remachó: “nuestro cerebro no tiene en las máquinas competencia alguna; la pregunta es cuánto tiempo ganaríamos si muchas tareas que podrían automatizarse llegasen a hacerlo, eso podría mejorar nuestra calidad de vida”.

Al respecto del impacto de la digitalización en el empleo, los participantes en la mesa apelaron a distinguir trabajo (tarea) de puesto de trabajo y de salario, y asimismo se refirieron a la alta demanda de determinados puestos, tanto de nuevos perfiles (“personas formadas en IA”, como planteó Botti) como de otros más tradicionales (“matemáticos”, explicó Plasencia). En este punto, Botti apeló a la importancia de formar ahora a la sociedad “para que entienda lo que es la IA, que sepa lo que es” y en paralelo, “crear perfiles básicos de FP en IA, porque en la Comunitat Valenciana puede tener un impacto inmediato ese tipo de formación”, así como la de postgrado (máster y doctorado). A este respecto, el catedrático celebró la puesta en marcha por parte de la Generalitat de la Valencian Graduate School Research Network Artificial Intelligence (ValgrAI), escuela de postgrado y una red de centros de investigación en Inteligencia Artificial que tiene como objetivo fomentar la cooperación entre los mejores equipos de la Comunitat y la formación de alto nivel en IA.

Abundando en la importancia de la educación, Torregrosa indicó que su valor es especialmente relevante en un tejido productivo basado en pymes y micropymes, e indicó que la Secretaría de Estado de Digitalización e IA “va a hacer un programa muy importante para este tipo de empresas, para avanzar en este terreno”. Asimismo, la propia Dirección General que encabeza Torregrosa “tiene programas para apoyar económicamente a las empresas que presenten un plan digitalización, a través del IVF, y para formar a 100.000 ciudadanos en IA, para que la gente pierda el miedo y considere como suya esta tecnología”.

Por su parte, Cebrián abogó “por dejar trabajar a las universidades, quitarles presión, porque una persona cambiará en su vida laboral varias veces de forma de trabajar: hemos perdido básicos en la educación, yo lo que quiero en mi empresa es gente soñadora, con ideas que me hagan cambiar la forma de pensar… hoy estamos rodeados de información y podemos dedicar una tarde a pensar, y eso es una posición hiperprivilegiada respecto a 100 años atrás. A veces tenemos una sensación derrotista equivocada, porque tenemos una herencia buenísima”.

La conveniencia de una mayor divulgación sobre la digitalización flotó sobre toda la sesión. Torregrosa recalcó la necesidad de que las nuevas tecnologías no excluyan a nadie por los peligros que supone que amplias capas de la sociedad ‘desconecten’ del sistema democrático. Y la puntilla fue de Francisco J. Martín, preguntado por Plasencia por la posición de España en relación con la digitalización: “hay éxitos muy interesantes, y es una pena que la gente de a pie no los conozca: hay demasiada motivación con el futbol y los políticos y muy pocos minutos de TV dedicados a una tecnología que va a impactar a la mayoría de personas en el país, esto tendrá que cambiar algún día”.