El padrón municipal es la base de prácticamente todo derecho: «Sin padrón no hay DNI, sin DNI no puedes tener trabajo, ni acceso a la sanidad», explica Sebastià, que ha tardado siete años en conseguir el padrón en Reus, siendo originario de esta ciudad. Él, habiendo vivido en primera persona las dificultades para empadronarse tras quedarse sin vivienda años atrás, lo tiene claro: «La solución pasa por el empadronamiento sin domicilio fijo, poder tener el padrón en, por ejemplo, los centros cívicos», una fórmula que en algunas ciudades, como Barcelona, ya existe. En Reus, todavía no, pero sí que se ha conseguido ya algún caso, según ha podido saber el Diari.
A pesar de haber obtenido resultado en algunos casos, Reus Refugi, y también otros colectivos de la ciudad, quieren que se establezca un protocolo para los casos en los que no hay domicilio fijo para, así, facilitar el circuito a seguir. Aseguran que se está avanzando, «parece que algo se está moviendo», pero consideran que todavía se está lejos.
Muchos, como es el caso de Sebastià, se encuentran con la problemática que para poder empadronarse se les exige un domicilio, «pero si no lo tienes, si has estado viviendo en la calle o estás de okupa, te quedas fuera de juego y, de aquí, a perder todos los derechos como ciudadano. No puedes ni trabajar y ésta es la base de todo el resto».
Tampoco es necesario estar en una situación límite para tener dificultades para empadronarse. Desde Reus Refugi indican que si el propietario de una vivienda da autorización a un tercero para empadronarse, no hay problema, pero si no se da dicha autorización, el interesado puede encontrarse con dificultades. «La cuestión va más allá del sinhogarismo. Puede encontrarse en esta situación un estudiante, por ejemplo», añaden fuentes de la entidad Reus Refugi.
«Derechos fundamentales como el derecho a votar o a ser candidato en unas elecciones municipales, derecho a la participación en los asuntos públicos, derecho a iniciar una consulta popular, a la educación, al acceso a la sanidad pública, o al acceso a los servicios sociales (...) solo se pueden ejercer si el ciudadano está efectivamente empadronado», se recuerda desde el Fòrum de Síndics i Síndiques Defensors i Defensores Locals de Catalunya en El dret a ser empadronat i la bona administració. Legalitat, polítiques públiques i bones pràctiques.
Los criterios en el momento de empadronarse varían en función de cada municipio, lo que provoca «situaciones de desigualdad en función del municipio de residencia», se indicaba desde el Síndic de Greuges de Catalunya en el informe de 2008 sobre la gestión municipal del empadronamiento de los inmigrantes. Con todo, hay personas que se encuentran con dificultades para empadronarse «y hay quien te dice que mejor ir a Barcelona, donde incluso permiten empadronarse en un coche», señalan personas que se han encontrado al límite de irse del Baix Camp.
En el caso concreto de Reus, en la sede electrónica del Ayuntamiento se detalla la documentación necesaria y cómo realizar el trámite para darse de alta o hacer un cambio de domicilio sobre el padrón. En el punto de acreditación del lugar de residencia se establecen tres supuestos: domicilio de propiedad o usufructuario, domicilio de alquiler (es necesario contrato de alquiler vigente) y, por último, «otras situaciones distintas a las anteriores». En este último punto, se detalla que en el caso de no tener contrato de alquiler, es válida una autorización del propietario o del titular del contrato de alquiler. Si se trata de una vivienda colectiva, se necesita autorización de empadronamiento en viviendas colectivas. «Para cualquier otra situación que no se ajuste a las anteriores será necesario que se haga una solicitud de alta al padrón donde se explique la situación (...)», se detalla.
Es en este contexto que Reus Refugi asegura que sí se ha conseguido empadronar a personas sin domicilio fijo en la ciudad, pero insisten en la necesidad de crear un protocolo. En esta línea, Sebastià señala que precisamente él está recientemente empadronado sin domicilio fijo y que es también conocedor de otros casos, «pero sin un protocolo a seguir, se genera muchísima confusión, porque al final es como que sólo lo consigue quien más insiste, y esto no tendría que ser así. Tendrían que estar las cosas claras».
Reus Refugi detalla que actualmente están ayudando a más de una quincena de familias en los trámites de empadronamiento. Relatan que se han encontrado con motivos muy diversos en cuanto a las negativas de padrón, pero coinciden que han detectado falta de información en los procesos: «Muchos reciben una carta en la que se anuncia el inicio de las diligencias para hacer efectivo o no el empadronamiento. Después, reciben un informe negativo y es porque Guàrdia Urbana no ha encontrado el individuo en cuestión en el domicilio. No se sabe ni cuándo ni cuántas veces pasa la policía por la vivienda, pero lo que está claro es que uno no puede estar todo el día en casa».
Por su parte, el consistorio ha detallado que no contempla cambiar el protocolo de empadronamiento. En todo caso, indican que, si Reus Refugi hiciera una propuesta se estudiaría.