Sebastian Coltescu sembró la polémica ayer en el PSG y el Basaksehir. El rumano fue protagonista de un episodio de racismo que obligó a parar el partido y marcó una noche de fútbol que ya será histórica. Pero, ¿quién es Coltescu? ¿Ha pasado ya por situaciones similares? ¿Cuál es su historia?
La verdad es que su carrera, que despegó en 1996, es una de altibajos. Nacido en Cariova, el árbitro rumano de 43 años de edad logró estar en la categoría 4 estrellas en 2006. Fue relegado por la FIFA, pero en 2007 se le degradó a la Segunda División rumana tras actuaciones polémicas. Hasta 2008 no regresó a la élite, que es dónde se encuentra actualmente en su país.
Se dice que, desde aquel episodio que protagonizó en 2007, Coltescu ha pasado por momentos delicados. Jaime Sandoval de La Octava Sports se ha referido a ello en redes sociales: "Hubo dos intentos de suicidio por parte de Coltescu por lo ocurrido anteriormente y por problemas de pareja", declara refiriéndose a la fecha mencionada.
Como árbitro principal, solo había dirigido esta temporada en Europa el Siroki Brijeg-Kairat Almaty de la primera ronda de la Europa League. También pitó un Atlético-Galatasaray de la Youth League y dirigió como cuarto árbitro el partido de la jornada pasada de Liga de Campeones entre Shakhtar y Real Madrid.
En Rumanía vivió un episodio polémico hace dos semanas en el partido entre Gaz Metan Medias y FCSB. La causa de todo: decisiones polémicas. Las mismas que le han llevado a ser criticado en varias ocasiones por parte del gremio.
"Toda la carrera de Coltescu está llena de momentos oscuros. Puede que tenga talento, pero puede dedicarse a otra cosa, a la música o al baile. En el arbitraje debe ser imparcial", son las duras palabras que Adrian Porumboiu, exárbitro rumano y compatriota suyo, le dedicó tras aquel encuentro en una declaración que no acabó así precisamente. "A un árbitro se le permiten errores humanos, pero hace años que no lo son. No hay partido en el que no interviene directamente en el resultado final", sentenció Porumboiu.
En otra ocasión fue Gigi Becali quién atacó sin ningún tipo de tacto su manera de arbitrar: "¡Creo que Coltescu debería ser retirado! ¡Yo arbitro mejor que él! Ha cometido algunos errores importantes desde el comienzo del campeonato. Los árbitros corruptos ya no existen en Rumanía, sólo son malos".
Dos de los capítulos más famosos de Coltescu se dieron en 2013 y en 2015. En el primero de ellos, abrió el gran debate en un partido ente el Petrolul y el Gaz Metan que acabó con siete expulsiones y 13 amarillas . Uno de los jugadores que vio la roja se encaró con él de tal forma que el propio Coltescutuvo que agarrarle del cuello para defenderse. El de 2015, por otra parte, fue en un encuentro entre el Astra y el Steaua que acabó con tres goles anulados al Steaua. Los jugadores se quejaron de que, además, perdonase la expulsión a un delantero del Astra,que cometió una agresión por la que solo vio la amarilla.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, no dudó en pronunciarse sobre lo ocurrido en el partido de ayer: "Condeno enérgicamente el comentario racista dirigido a Pierre Webo y creo que la UEFA debería tomar medidas de inmediato. ¡No somos indiferentes al racismo y la discriminación en el deporte y en la vida en general!".
En Rumanía, el excolegiado Ion Craciunescu considera que todo lo sucedido ayer afectará negativamente al país: "El arbitraje rumano perdió enormemente a través de estos incompetentes de la dirección, que no pudieron poner a Balaj o Tudor como presidente después de que se retiraran. Estamos en caída libre, y lo que pasó esta noche será una losa difícil de levantar para el arbitraje rumano".
Cristian Balaj, el árbitro rumano con más prestigio en FIFA y actual presidente de la Agencia Rumana Antidopaje, ofreció una opinión algo distinta: "Si Coltescu se dirigió y usó palabras racistas con el jugador que se sintió herido, entonces no es aceptable. Si tuvo una discusión con Hategan, interna, en la que no se debe interpretarse el significado peyorativo, sino para identificar a alguien y no ofender, entonces las cosas, aunque sean sensibles, son diferentes".
Balaj defendió al cuarteto arbitral, pero con matices: "Los conozco muy bien, nunca han ofendido a nadie, ni por el color de la piel, ni por la religión o lo que sea. Son muy respetuosos con todos los jugadores. Es cierto, sin embargo, que fue una situación que podría haberse evitado y será un ejemplo para otros árbitros".
Por otra parte, Emanuel Rosu, periodista rumano, reflexiona en Twitter poniéndose en la piel del cuarto árbitro: "Antes de nada, por favor tened en cuenta el hecho de que Coltescu, el cuarto árbitro, es una persona frágil y emocional que intentó quitarse la vida hace 12 años. Fue un importante caso en Rumania en aquel entonces", comenta.
El de ayer iba a ser el último partido de Sebastian Coltescu en Liga de Campeones. Un encuentro que, sin duda, generó y continuará generando debate por la repercusión e importancia de los hechos.