Por qué a los gatos les gusta pasear entre nuestras piernas

B. S.

Las mascotas dan mucho amor y compañía, pero vivir con una de ellas bajo el mismo techo es toda una responsabilidad. Si no, que se lo pregunten a los dueños de los gatos. Tener uno en casa (o más de uno) requiere paciencia y comprensión. Los felinos tienen muchas sus manías y costumbres y tenemos que adaptarnos a ellas para que la convivencia funcione bien. Por ejemplo, les encanta pasar entre nuestras piernas, ya sea impidiendo nuestro paso al andar o incluso cuando estamos quietos.

A veces, sin saberlo, cometemos errores con nuestras mascotas, como por ejemplo, dormir con ellos. En ocasiones nos apetece acurrucarnos con nuestro gato, pero no deberíamos acostumbrarnos a esta práctica, ya que nuestro ciclo de sueño puede verse alterado. Además, aunque no seamos alérgicos a los gatos en un principio, llevarnóslos a la cama puede descencadenar en una serie de enfermedades respiratorias.

Y es que los gatos son animales de lo más especiales. Tienen un comportamiento único y, a veces, misterioso. Una prueba de ello es el momento del baño, que se convierte en toda una lucha entre el dueño y el animal. Los felinos detestan mojarse, porque se sienten incómodos, nerviosos e indefensos.

A diferencia de los perros, los gatos no necesitan pasear por la calle, puesto que detestan salirse de su zona de confort. Además, no son animales sociables por lo que no tienen la necesidad de relacionarse con gatos desconocidos.

Lo que más sorprende de los felinos es que tienen una especie de sexto sentido. Pueden saber si va a caer una tormenta, son capaces de saber en qué habitación estás sin verte y también predicen cuándo alguien está cerca de morir.

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Y es que los gatos son, ante todo, impredecibles. Algunas veces huyen de nosotros y se muestran de lo más ariscos y otras, en cambio, nos persiguen a todas las partes de la casa a donde vamos, incluso hasta el baño. Cuando están cariñosos, podemos caer en la tentación de llevarlos a la cama con nosotros y dormir con ellos. Una práctica que tiene algunas ventajas, pero que también podría resultar perjudicial para nuestra salud.

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Otra de las particularidades de los gatos es que les encanta pasar entre nuestras piernas. Muchas veces lo hacen cuando estamos quietos y otras, cuando estamos caminando impidiendo nuestro paso al andar.

Algunas personas lo interpretan como un saludo y otras como una llamada de atención. Aunque parezca que al hacer esto nos están acariciando, en realidad nuestro felino está aprovechando para frotarse contra nuestras piernas. Primero, frotan la parte lateral de su cabeza con nuestros tobillos, luego el costado y, por último, envuelven nuestra pierna con la cola. Esta acción puede ir acompañada de algún ronroneo.

Así, nuestro gato no pasa entre nuestras piernas para reclamar atención, porque necesita mimos o cariño o para darnos la bienvenida al llegar a casa. Lo hace para frotarse, al igual que se suele restregar contra otros objetos como muebles, esquinas de paredes o su cama.

Esto lo hacen para marcar territorio con cosas de la casa y, también, con las personas. Al pasar por nustras piernas, está dejando su olor en nosotros para asegurar su terreno y su hogar.

Los gatos son capaces de liberar feromonas al restregarse, que son unas moléculas que al adherirse a un objeto dejan su olor particular. Algo imperceptible para nuestro olgato. No obstante, el de los gatos está muy desarrollado y es una manera de comunicarse. Utilizan las feromonas como mensaje para otros de su misma especie.

De esta manera, cuando tu gato pasa entre tus piernas y se restriega contra ti, te está marcando con la intención de dejar claro a otros gatos que perteneces a su núcleo y que, en cierta manera, eres de su propiedad.