En España, cuando una persona con diversidad funcional accede a un trabajo, hay quienes la juzgan porque no son capaces o no quieren ver el potencial que puede tener. Además de sufrir discriminación laboral, también tienen que aguantar situaciones de bullying y de acoso a lo largo de su vida.
Catalina conoce de primera mano esta situación. Ella fue una niña prematura que nació con solo seis meses, lo que le provocó una parálisis cerebral.
Con tan solo ocho años ya sufría bullying en el colegio, una etapa que le marcó de por vida, como ella misma reconoce: “No voy a decir que lo pasé bien, porque desde luego que no”. Además, esta joven ha tenido que luchar constantemente contra los prejuicios.
“Los padres, los profesores y la gente en general debería educar en la normalidad. A día de hoy me sigo encontrando con padres por la calle que, cuando el niño se gira, ellos le dicen que no miren. Eso me parece que no hay que hacerlo, que hay que explicar al niño por qué estoy aquí. Si no se lo explicas, estás creando el prejuicio”.
Sin embargo, Catalina reconoce que es quien es gracias a todos los golpes que le ha dado la vida. “Si no hubiese vivido todas las etapas que he vivido en la vida, yo no sería yo”.
“No me pongo limitaciones a mí misma, he estudiado una carrera, mis padres siempre me han motivado, he vivido sola, he viajado… La sociedad española debería cambiar muchas cosas para que no nos pusiera limitaciones, ya que yo no me las pongo”.
A día de hoy, Catalina es una mujer autónoma e independiente. De hecho, es la subcampeona española de surf en su categoría y la única mujer con parálisis cerebral que monta en triciclo.
“Hay un vídeo en el que salgo haciendo bici con respaldo, luego sin respaldo y de pie y luego ya sentada. Todo ese proceso que se puede ver en un vídeo de 58 segundos, a mí me ha costado un año”.
Catalina hará en Gente Maravillosa de actriz por un día y, gracias a nuestras cámaras ocultas, comprobaremos si existen madrileños maravillosos que la defiendan en una situación de injusticia.
Tanto el guion como la situación que se recrea en la cámara oculta cuentan con el aval de la Asociación Para la Inclusión de Jóvenes con Diversidad Funcional (APAIPA).
¿Se pondrá alguien del lado de Catalina cuando su “jefe” le diga que no quiere a una persona con diversidad funcional como dependienta de su tienda de deporte?
Catalina atiende amablemente a los clientes de la tienda, pero todo cambia cuando el encargado (también un actor) llega y la joven se presenta: el jefe no da crédito a que una persona en silla de ruedas pueda estar en una tienda de deportes.
"Aquí no puedes trabajar. Esto es una tienda normal"Una de las clientas de la tienda no ha podido aguantar más los comentarios del encargado hacia Catalina y le dice “¿Es que no puede trabajar de cara al público solo por estar en silla de ruedas?”. A lo que ha añadido “Ella es una persona igual que tú, que yo y que todos”.
Y ella no es la única indignada con el trato hacia nuestra “actriz”. Otras clientas le repiten en numerosas ocasiones que le hace falta “más educación”.
Repetimos la cámara oculta y entonces apareció en escena Juan Miguel, un peluquero de Fuenlabrada que no pudo callarse ante la injusticia que estaba presenciando. "Le estás faltando el respeto...". De hecho, él es uno de los madrileños anónimos que ha recibido el premio de "Maravilloso".
"Si tú haces surf yo hago ballet clásico"