WASHINGTON – Algunos dispositivos electrónicos de consumo, como ciertos teléfonos móviles y relojes inteligentes, incluyen imanes de alta intensidad de campo, según estudios recientes han demostrado que pueden hacer que ciertos dispositivos médicos implantados cambien al “modo de imán” y suspendan las operaciones normales hasta que el imán se aleje del dispositivo médico, trascendió el jueves por la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés).
Muchos dispositivos médicos implantados están diseñados con un “modo de imán” para permitir un funcionamiento seguro durante ciertos procedimientos médicos, como someterse a una resonancia magnética. Por lo general, los médicos utilizan estas funciones de seguridad mediante el uso de un imán de alta intensidad de campo que se coloca cerca del dispositivo implantado y lo coloca en un “modo de imán”. La eliminación del campo magnético hace que el dispositivo vuelva al funcionamiento normal.
Precauciones para pacientes con marcapasos y otros dispositivos médicos implantados
La FDA recomienda a los pacientes que mantengan todos los dispositivos electrónicos de consumo que puedan crear interferencias magnéticas, incluidos teléfonos celulares y relojes inteligentes, al menos a seis pulgadas de distancia de los dispositivos médicos implantados, en particular los desfibriladores cardíacos. Muchos dispositivos médicos implantados tienen información escrita para pacientes aprobada por la FDA (etiqueta del paciente), que advierte a los pacientes que mantengan todos los teléfonos celulares y relojes inteligentes al menos a seis pulgadas del dispositivo médico implantado.
Las personas con dispositivos médicos implantados pueden querer tomar algunas precauciones simples, que incluyen:
Mantenga los dispositivos electrónicos de consumo, como ciertos teléfonos celulares y relojes inteligentes, a seis pulgadas de distancia de los dispositivos médicos implantados.
No lleve dispositivos electrónicos de consumo en un bolsillo sobre el dispositivo médico.
Verifique su dispositivo usando el sistema de monitoreo de su hogar, si tiene uno.
Hable con su proveedor de atención médica si tiene algún síntoma o tiene preguntas sobre los imanes en los dispositivos electrónicos de consumo y los dispositivos médicos implantados.
Cuando se encuentran cerca de imanes de alta resistencia, los dispositivos con un modo magnético seguro podrían dejar de funcionar o cambiar el funcionamiento del dispositivo. Por ejemplo, es posible que un desfibrilador cardíaco no pueda detectar eventos de taquicardia. O puede cambiar el modo operativo de los dispositivos, como activar el modo asíncrono (es decir, dos o más eventos que no suceden al mismo tiempo) en un marcapasos.
Los dispositivos electrónicos implantados cardíacos están destinados a ayudar a los trastornos del ritmo cardíaco, como la frecuencia cardíaca lenta o rápida. Cuando el dispositivo deja de funcionar, un paciente puede experimentar mareos, pérdida del conocimiento o incluso la muerte si no se administra la terapia cuando se requieren descargas que salvan la vida.
Es importante enfatizar lo siguiente: para evitar interferencias entre teléfonos celulares, relojes inteligentes y su dispositivo cardíaco, manténgalos al menos a seis pulgadas de distancia de los dispositivos médicos implantados. Además, no coloque teléfonos móviles, relojes inteligentes y otros dispositivos electrónicos de consumo cerca de su dispositivo médico implantado.
La FDA tiene conocimiento de los artículos publicados que describen el efecto de que campos magnéticos suficientemente fuertes pueden activar el modo magnético seguro cuando están en contacto cercano. La FDA también realizó sus propias pruebas en algunos productos que utilizan la función de imán de alta intensidad de campo y ha confirmado que el campo magnético es consistente con las publicaciones y lo suficientemente fuerte para activar el modo de seguridad magnética de los dispositivos médicos en cuestión. La FDA cree que el riesgo para los pacientes es bajo y la agencia no tiene conocimiento de ningún evento adverso asociado con este problema en este momento.
La FDA continúa monitoreando toda la información científica relevante sobre este problema en curso y continuará tomando las medidas adecuadas, incluida la información al público y el suministro de información adicional, si surge la necesidad en función de su análisis de riesgos.