PLDC 2019, por una mejor comunicación entre especialistas y diseñadores de iluminación

Rotterdam, una ciudad rodeada de agua, tiende puentes para vincular unas zonas y otras, tal como quedó establecido entre los asistentes a este Congreso

Por Alfonso Tejedor

Realizada del 23 al 26 de octubre, en Rotterdam, Holanda, la PLDC 2019 ha marcado mi presentación como responsable de Iluminet en España en un gran evento. Los lectores de la web posiblemente ya me habían leído antes por diversas entrevistas y crónicas, o mis contribuciones con artículos de fondo como La importancia de la luz en la salud de los adolescente. Aún así, nada de lo que había vivido hasta ahora tenía la importancia o trascendencia de la PLDC.

Adentrarse con ojos primerizos en un congreso de profesionales de iluminación tan grande como la PLDC, en su octava edición, es bastante impresionante. Una mezcla de encontrar una torre de Babel o un ticket a una suerte de casa de locos donde cada uno tiene su mantra.

Con una agenda tan apretada en la que sabes de antemano que vas a perderte conferencias que podrían marcarte durante mucho tiempo, sólo puedes encomendarte a la intuición, al título y al ponente para desear haber elegido bien.

Desde las ocho y media de la mañana, los días en la PLDC arrancan con una conferencia magistral (o Keynote) y a partir de ahí los atribulados asistentes recorren la enorme nave trazando diagonales para llegar a las conferencias, que se suceden cada 45 minutos.

Uno pensaría que la familiar comunidad hispanohablante presente en el evento no dejaría de encontrarse yendo o viniendo, como universitarios en época de exámenes. Pero nada más lejos de la realidad.

Más de mil personas circulando en todas direcciones, donde cada minuto que pasa sabes que te aleja de un buen asiento en la ponencia que has elegido hace que fijes la vista en tu objetivo sin prestar demasiada atención a lo que sucede a tu alrededor.

El caso es que si un iluminador profesional (o aspirante) viniera a la PLDC con la intención de adoptar todos los consejos de buenas prácticas, las tendencias o las sensibilidades medioambientales que cada clase magistral propone, probablemente acabaría corriendo en círculos arrancándose mechones de cabello, desquiciado por la imposibilidad de hacer caso a todos.

No me malentiendan. Hay muchas ideas, y muchas muy buenas. Y casi todos con gran fundamento teórico y práctico detrás. Pero cada uno ha llegado a esas conclusiones andando su propio camino.

Y esa es, desde mi punto de vista, la principal conclusión que yo saqué de los días de intensa información: en realidad tienes que ignorar todos esos consejos y encontrar tu propia voz, o más propiamente expresado, arrojar tu propia luz sobre los proyectos.

Tal vez, en el camino hacia tu propio sello, hacia tu propia identidad como iluminador, puedas apuntalar tus ideas sobre modelos y proyectos que compartieron otros colegas. Pero el mejor consejo que puede dar alguien que ha estado allí y ha escuchado tanto, es que inicies un camino de introspección para saber qué es lo que quieres hacer, qué te gusta y cómo quieres llegar a ello. Lo demás vendrá por añadidura.

Dicho esto, quiero compartir algunas conferencias notorias que han quedado en mi mente, y que dudo que olvide en el resto de mi vida. Exacto, igual que hay algunas que considero que sólo sirvieron para que el tiempo pasara, hay otras de las que me alegro de haber estado presente “en directo” para vivirlas con intensidad.

PLDC 2019, por una mejor comunicación entre especialistas y diseñadores de iluminación

Conferencias con luz propia.

He seleccionado cuatro conferencias en representación de todo lo que se habló durante esos días que pueden da una idea de la profundidad y diversidad de los temas que se tratan.

Janet Echelman

Sin duda, la “Conferencia” (con mayúsculas) que marcó el PLDC de este 2019 fue la de Janet Echelman.

No es sólo que su obra contenga una alquimia equilibrada entre artesanía y tecnología. Fue el maravillosamente humilde trayecto con el que recorrimos su evolución, desde una artista desorientada y arruinada hasta la mega-estrella en que se ha convertido.

Su relato de cómo sus esculturas “pulsátiles” atraen a los ciudadanos que se embelesan ante el orgánico movimiento de una inorgánica malla suspendida en el aire fue emotivo, una prueba palpable de que el arte puede modificar la vida de la gente.

Aquí encontrarán una charla TED donde Janet establece su discurso usando una metodología similar (aunque abreviada con respecto a su ponencia en PLDC).

Jan Rotmans

Otro de los hitos de la PLDC de este año fue la conferencia del holandés Jan Rotmans.

Un paladín de la sostenibilidad que impactó a la audiencia no sólo por la contundencia de sus argumentos y la fuerza de su expresión, sino por que la relación de las acciones que la ciudad de Rotterdam (su ciudad natal) está dando para revertir la contaminación y proyectarse hacia el futuro fueron una auténtica demostración de “hechos” frente a “palabras”, algo que tan comúnmente plaga el discurso de la ecología sostenible.

Puedes ver una adaptación de la conferencia de Rotmans adaptada a la universidad aquí. Puedes ver un documento de la ciudad de Rotterdam sobre su compromiso con la sostenibilidad aquí y la web de la ciudad sobre el plan de sostenibilidad.

He seleccionado una conferencia TED de hace cinco años que puede dar una buena idea de la potencia de las ideas de Jan Rotmans:

Marc Engenhart

¿Qué es y que no es inteligente? Marc Engenhart (artista, músico, diseñador) construyó un interesante discurso sobre qué entendemos por “inteligencia” cuando hablamos de inteligencia artificial.

Un papel que doblamos y que poco a poco vuelve a desdoblarse por la propia tensión las fibras, ¿es inteligente?… Algo ejecutado por una máquina a través de un algoritmo ¿es de verdad inteligente?

Su conclusión es que sólo la intervención humana, el propósito, la definición del objetivo, es lo que introduce el concepto de inteligencia. Lo demás es mecánica, más o menos avanzada.

¿Qué pasaría si la luz pudiera reconocer nuestro estado de ánimo y potenciarlo o compensarlo?

He buscado algo que pudiera presentar las ideas de Marc Engenhart y finalmente me he decidido por esta actuación, en la que él hizo la escenografía, a base de sujetar miles de hojas arrugadas y construir una “cascada”.

Según sus palabras, por supuesto que podría haberlo resuelto electrónicamente, pero optó por una solución material, tangible y que trasmitiera una atmósfera que complementara la música que se iba a interpretar.

Jennifer Tomkins

El papel del color en un mundo saturado y cómo puede modificar los comportamientos (mensaje común en diversas ponencias) fue la propuesta de esta inglesa que antes de dedicarse a la iluminación fue directiva de publicidad corporativa.

Su reflexión se basa en la pregunta ¿sólo porque la llegada del LED nos haya dado un poder para iluminar casi sin límite, debemos utilizarlo?

Cuando todo está iluminado, nada está iluminado. De la misma manera que cuando todo el mundo grita, nadie escucha.

Esas pantallas en fachadas, escaparates y ventanas nos roban la visión de la ciudad obligándonos a vivir permanentemente deslumbrados.

El contraste, la profundidad… el contexto, en definitiva, desaparece, dejándonos incomunicados.

Curiosidades

En un pabellón tan grande como el reservado para la PLDC en el Ahoy de Rotterdam (que también se utiliza para conciertos y donde se celebrará el Festival de Eurovision 2020) hay sitio para mucho más que conferencias y expositores.

En lugares inesperados encontrabas repentinamente muros que alojaban mini-proyectos de luz que entretenían al cansado asistente dandole unos minutos de voyeurismo relajante, asomándote a los pequeños agujeros para descubrir qué micro-escena escondía cada uno (obra de estudiantes de la Universidad e Artes y Ciencias Aplicadas de Detmold).

También había salas de experiencias, como la dedicada a la Sección áurea, o secuencia de Fibonacci y cómo su presencia en la naturaleza y en el arte han influido en nuestra percepción de la proporción.

Otra sala de experiencias interesante fue la de La cámara oscura (The Dark Art) donde la deprivación de luz a través de sucesivas salas te permitía ver cosas que anteriormente te habían pasado desapercibidas.

Por último, la sala NatürLicht (luz natural) una “cueva” de pantallas que iba simulando diferentes entornos de luz natural y que resultaba francamente relajante.

Mención aparte merece el muro de Women in Lighting, iniciativa destinada a aumentar la visibilidad de las mujeres diseñadoras de iluminación, que constituyen (al menos) el 50% de los profesionales. En la pared se podían dejar mensajes de solidaridad y de ánimo, pensamientos, deseos, etc. (la fotografía se tomó el segundo día de congreso. Para el final de la cita la pared apenas sería visible detrás de los mensajes de soporte).

Conclusión

Rotterdam es una ciudad rodeada de agua, que para poder florecer ha tenido que tender puentes entre unas zonas y otras.

De igual manera, la profesión de diseñador de iluminación se conecta con tantas disciplinas diferentes, requiere colaborar con tantos profesionales que aportan su perspectiva única y personal, que es necesario tender puentes entre unas y otras para descubrir juntos el potencial que la sinergia puede alcanzar.

Creo que no es casualidad que tres de las cuatro conferencias que he destacado provengan de personas que no son diseñadores de iluminación, aunque trabajen con la luz, y la cuarta aporte su perspectiva publicitaria para explicar la realidad.

Son puntos de vista frescos, diferentes, que dejan espacio para el pensamiento, más allá de la receta para el éxito que tantos conferenciantes ofrecen en cuanto les dan una tribuna y un público.

Como personas pasamos nuestra vida luchando por ser quienes queremos ser, con nuestros avances y retrocesos. Como profesionales, igualmente, nos debatimos entre la experimentación y el conocimiento, buscando nuestra propia luz, intentando dejar nuestra marca en el universo.

La PLDC sirve como un gigantesco espacio de reflexión para aclarar nuestras ideas, modificar nuestras convicciones y cuestionar nuestras elecciones, en la búsqueda perenne de ser mejores.

Al menos así lo he vivido yo y así he intentado transmitirlo.

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