Rainbow Six Extraction, análisis. Un cooperativo diferente

Rainbow Six Extraction

Os contamos nuestras conclusiones y nota en el análisis de Rainbow Six Extraction, el nuevo juego de Ubisoft para PS5, PS4, Xbox, PC y Stadia.

Rainbow Six Extraction es un cooperativo diferente a la media. Ubisoft ha sabido capturar a la perfección el componente táctico de la jugabilidad de Siege para llevarlo más allá del competitivo. No es el típico shooter de aguantar el tipo frente a cientos de oleadas; es un entorno más recogido, íntimo, donde la cooperación y comunicación son elementos clave para el éxito de la misión. Porque el riesgo, como ya sabíamos desde el 2015, tiene su recompensa… si no mueres en el intento.

Unidos frente al más allá

Las impresiones previas al análisis nos dejaron claros dos conceptos: la relevancia del sigilo y lo importante de encontrar sinergias. Extraction toma un total de 18 agentes conocidos por todos y los altera en su justa medida. El mazo de Sledge sigue en su sitio; también los señuelos de Alibi. Sin embargo, a medida que progresas irás desbloqueando nuevos rasgos que amplíen el potencial de tu gadget principal. En este sentido nos hubiera gustado algo más de cambios en ciertos operadores. Smoke o Pulse se han trasladado con exactitud, y no les encontramos especial utilidad en este entorno.

Una partida cualquiera consta de hasta tres jugadores a través de tres escenarios integrados en un solo nivel. Cada uno de los escenarios gira alrededor de un objetivo, que varía de manera aleatoria al generar la misión. Una vez completado el primer objetivo tienes ante ti dos opciones: o bien te extraes para asegurar la experiencia obtenida, o luchas en el segundo escenario ante un objetivo diferente.

La cadena de objetivos alcanza hasta el tercer y último escenario. Habitualmente la dificultad va in crescendo. Cuanto más lejano sea el escenario respecto al inicio, más arqueas encontrarás (como se les conoce a los enemigos de apariencia oscura). ¿Compensa el riesgo? Sin duda. El progreso por las misiones se basa en tus sensaciones, en la forma en la que has optimizado tu run. No estamos ante un roguelike como tal, pero sí tiene componentes que invitan a la rejugabilidad, a la adaptación frente a las condiciones generadas con aleatoriedad. Una partida puede tomarte alrededor de quince minutos, incluso menos, en completarla.

El sigilo es fundamental. Las arqueas tienen en cuenta varias señales para detectar tu posición. Identifican incluso el sonido de los disparos con silenciador. Muchas veces no saben la dirección, pero sí entran en un estado de alarma constante en el que patrullan los aledaños de su posición natural. El crujir de una ventana al romperse o un disparo a través de una pared frágil pueden ser el pequeño desencadenante entre quienes estén cerca. Nos gusta que pese a las señales auditivas, las arqueas no pasan a un estado de alerta hasta entrar en su campo visual. Cuando ocurre tienen un margen de apenas segundos para reaccionar, lo justo para que pueda mandar una señal a sus compañeros cercanos.

Al contrario que durante el avance, el estado de ataque está más ajustado de lo que parecía. La alarma de los enemigos alerta a todas las amenazas del escenario; tan solo las de su alrededor. Tampoco los puntos de reaparición son ilimitados. Nuevas Arqueas nacerán de los nidos alertados, unas bolsas identificables por su color rojizo. Una vez eliminada evitarás que regeneren más en ella.

De lanzamiento contamos con cuatro localizaciones: Nueva York, San Francisco, Alaska y Truth or Consequences (que no pasará desapercibido para el fan). Cada localización cuenta con tres niveles, que a su vez se divide en tres escenarios una vez comienza la partida. Estos últimos varían ciertos elementos entre partida y partida. La generación del punto de extracción, la puerta del siguiente nivel, todo el rastro de enemigos… Tiene la suficiente variedad como para que no se gaste la gasolina al poco de comenzar. Por no hablar de lo que difiere jugar a medida que jugamos en el siguiente nivel de amenaza (como se le llama a la dificultad).

Juego eficiente: cooperativo táctico

Como decíamos al inicio, el componente táctico de Siege se traslada de igual forma al entorno cooperativo. Es un shooter que sigue brillando cuando se compenetra toda la escuadra, cuando se es eficiente navegando por el escenario. No solo basta con apretar el gatillo: tienes que tener en cuenta otros elementos que toman el papel de mecánica principal.

Rainbow Six Extraction, análisis. Un cooperativo diferente

Nos referimos principalmente al mucílago, ese rastro oscuro que va llenando la superficie del escenario. Cuando pasamos a través de él perdemos velocidad de movimiento. Atrapados en él pasamos a ser la presa. Al principio parece un elemento inofensivo. Al disparar sobre ella podemos ir limpiando la zona (con su gasto en munición). El problema radica cuando juegas en un nivel de amenaza que introduce las mutaciones.

Las mutaciones son los estados alterados de toda la vida. Aportan otro punto extra de dificultad que tiene luego su recompensa en el montante de experiencia. Una de las alteraciones, por ejemplo, impregnaba de ácido todo el mucílago. Os podéis imaginar cómo fue la partida: buscando el mínimo resquicio para no poder pisarla. Otras veces las Arqueas van dejando un rastro al andar. Si se nos va de las manos podemos terminar encontrándonos un cuello de botella al intentar huir del escenario.

Tanto el número de enemigos como los requisitos para cumplir los objetivos se delimitan en función de los jugadores en el escuadrón. Los huecos restantes no se rellenan con operativos controlados por la inteligencia artificial. Si decides embarcarte solo, puedes. Las misiones de lanzamiento (hasta 13) nos llevan a emprender numerosas acciones entre diferentes estilos de juego. Uno de ellos, llamado Espécimen, nos empuja a capturar una arquea especial. El método es simple: atraerla con disparos mientras lidiamos con sus compañeros hasta el punto de extracción, donde activamos una trampa que les deja inconscientes.

Otro de los objetivos más divertidos es la destrucción de los nidos corruptos. Dada la aleatoriedad de las partidas, algunas veces podemos enfrentarnos a la misión en una zona plagada de globulares, arqueas que cuentan con una bolsa de gas venenoso que explota al mínimo contacto con la balística. Os podéis imaginar lo que puede ocurrir cuando se juntan un par de ellos en tu flanco. También merece especial mención la Biopsia, donde debes derribar a enemigos concretos cuerpo a cuerpo para tomar muestras. Si te descubren (que es lo más probable), tienes que coordinarte con tus compañeros para atraerlos, aturdirlos y poder pillarles de nuevo por la espalda.

Lo que menos nos ha gustado es la caza del Proteano. Esta arquea adopta el estilo de combate de un operativo aleatorio de React para combatir contra ti. El combate se realiza en una arena especial previa entrada en un portal. Tienes más opciones de supervivencia al contar con cajas de munición, salud y recargas de habilidad. Sin embargo, luchar frente a frente es un tanto aburrido por las condiciones que se dan. Es el típico enemigo que absorbe cientos y cientos de balas en una barra de vida que ves en todo momento. Dada la fiabilidad de la IA al disparar, no fallan disparos. Si te toca Smoke, por ejemplo, puede acertar disparos de su escopeta desde distancias en las que sería inútil en tus manos. Si en vez de él aparece Sledge, su mazo se convierte prácticamente en el martillo de Thor: lanza proyectiles eléctricos en línea recta, daña áreas y cuenta con la ventaja de cargar contra ti… todo ello mientras el escenario se llena de mucílago. Por no hablar de que es una lucha que se extiende mucho más en tiempo que un objetivo normal, ya que en ciertos momentos desaparece para llamar a otras Arqueas en su auxilio. Necesita de ciertos ajustes para hacerlo más ameno.

Un reto desde el inicio

Desde la primera vez que nos pusimos a los mandos nos sorprendió en nivel de exigencia del juego. No es para nada un juego sencillo. La curva de progreso está llevada de tal forma que siempre, incluso cuando fallas, recibes un impulso en experiencia que llevar a las siguientes partidas. Pero el componente de dificultad se traslada a la gestión de tus operativos y su rendimiento en el campo de batalla.

Todos los agentes parten de 100 puntos de salud base al comenzar, indicado con una barra blanca en la interfaz. Durante la misión puedes obtener botiquines con los que sobrepasar ese límite, pero esa salud sirve como complemento temporal a la del propio personaje. Es decir, la salud base restante al finalizar una partida será la que traslade ese agente al cuartel general. Por ejemplo, si Alibi termina con 20 puntos de salud base, ese agente se trasladará al hospital y no podrá ser seleccionado para la siguiente partida.

El éxito de tu misión no solo te reporta experiencia, sino también salud con la que curar a tus agentes en tratamiento. Está equilibrado de tal forma que requiere varias partidas volver a restablecer por completo su vida. La penalización es más severa si el agente muere en plena partida. Se te restará una suma importante de los puntos que hayas obtenido en el progreso de tu perfil. El agente pasará a estar desaparecido hasta que lo rescates.

Quizá sea uno de los momentos más tensos de todo el juego. El rescate de un operador caído comenzará cuando vuelvas al escenario donde murió. Entre las misiones que se generen estará su liberación; si todos en la escuadra tienen a alguien que liberar, cada uno verá su agente caído. En caso negativo verás un operador genérico. Durante la misión encontraremos una especie de pilar donde el agente se encuentra atrapado entre garras. La mecánica es curiosa. Un jugador debe mantener pulsado el botón de acción para hacer presión contra las garras. Los compañeros, mientras tanto, deben destruir los impulsos que manda el pilar hacia el agente atrapado. Si llegan a él, perderás fuerza hasta el punto en el que pueden llegar a morir.

La situación no es nada sencilla. Aparte de tener cuidado con el propio pilar y sus impulsos, debes tener presente el resto de arqueas que acudirán en su ayuda. Es de los momentos de mayor tensión, ya que te juegas perder la oportunidad de restablecer esa experiencia obtenida. Si fallas el agente volverá a tu escuadrón, es decir, no lo pierdes. De hecho, si mueren muchos agentes, algunos regresarán para que puedas seguir jugando.

Pero cuando hablamos de reto debemos hacer hincapié en la oferta jugable más allá de las cuatro localizaciones. Llegado a cierto punto desbloqueamos Misiones, una modalidad que rota semanalmente y que incluye modos de juego como Invasión, en el que debemos activar las puertas del nivel mediante una secuencia de desbloqueo. Los arqueanos mandarán más tropas de lo normal para hacerte frente, y serán más feroces cuanto más tiempo permanezcas en el nivel. Tormentos, Detonadores, Alfas... las arqueas no te lo pondrán fácil.

El último bastión jugable se encuentra al alcanzar el rango 16, momento en el que desbloqueas el protocolo Maelstrom. En franjas de siete días encontrarás una cadena de misiones a completar con un grupo designado de agentes. Tu puntuación se trasladará a una clasificación que te reportará experiencias y recompensas únicas. Hay motivos para volver a Extraction cada semana.

Estabilidad

La versión a la que hemos podido acceder para este análisis corresponde a la de Xbox Series X. En ella el juego cuenta con dos modos de visualización. El primero nos impulsa la resolución hasta 2160p (4K) mientras mantiene el objetivo de rendimiento a 60 imágenes por segundo. En cambio, el segundo prioriza la imagen. Los efectos de las sombras y la iluminación aparecen a mayor calidad a costa de perder resolución (1080p). Lo cierto es que no hemos tenido caídas de framerate al priorizar la resolución. La limpieza de la imagen en este modo es lo recomendable si tienes una pantalla compatible.

Lo que sí nos gustaría es que se nos ofreciera la oportunidad de ajustar el campo de visión en consola. De base viene en una proporción bastante baja. Debemos dar muchos giros de cámara para situarnos en momentos de estrés, los cuales ocurren con mayor frecuencia que en Siege. Por otro lado, es todo un acierto la disponibilidad del juego cruzado desde el inicio. Puedes unirte a partidas con jugadores de otras plataformas a través del sistema Ubisoft Connect.

CONCLUSIÓN

Rainbow Six Extraction logra llegar a buen puerto. Estamos ante un cooperativo diferente, impulsado por los elementos que hacen único a la jugabilidad vista a partir de Siege. La comunicación, la cooperación y la eficiencia al jugar son las claves de un shooter que también busca ser táctico lejos del competitivo. De lanzamiento contamos con suficiente variedad de localizaciones como para que no pese el paso del tiempo. Desde el inicio es un desafío; la curva de progresión va poco a poco llevándote a mejorar a los agente, la única manera de poder sobrevivir a los siguientes niveles de amenaza que desbloquearás por el camino. Alcanzar el protocolo Maelstrom, nivel 16 de 30, nos tomó al menos 20 horas. Si queremos completar todo el contenido en la máxima dificultad fácilmente se dobla o triplica la cifra.

LO MEJOR

LO PEOR

8.2

Muy bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles.

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