La Policía Nacional ya combate la última modalidad de fraudes y estafas por las redes y los teléfonos móviles. Se llama vishing y empieza cuando recibimos una llamada al teléfono móvil. Una voz amable nos anuncia que hemos sido beneficiarios de una promoción o que pueden devolvernos un dinero que nos han retenido por error. Quien nos habla dice que trabaja para nuestro banco o en un centro comercial donde compramos muebles años atrás.
"Utilizan llamadas personales de voz para ganarse la confianza de las víctimas", explica el comisario José García-Serrano, responsable de la Brigada contra el Fraude de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional. Los estafadores consiguen así que la propia víctima les dé sus datos personales, bancarios y hasta el domicilio.
Una de las modalidades del vishing detectadas por la policía durante la pandemia del coronavirus sirve para entrar y robar las casas de las víctimas. Alguien nos llama al móvil y nos dice que, por nuestra fidelidad, nos van a reparar gratis un viejo mueble que compramos hace años. El objetivo es enviar a esos supuestos empleados para que les abran las puertas de las casas y luego robarlas.
¿Cómo consiguen esa información los delincuentes que hacen vishing? El comisario García-Serrano lo explica: "Los delitos en la web son una traslación de los que antes se hacían en el mundo físico. Algunos siguen bicheando (vigilando) físicamente los buzones de los portales y saben si hay anuncios o compras de muebles antiguos. En otros casos, oyen cosas, obtienen información y hasta pueden tener acceso a bases de datos de clientes de tiendas gracias a algunos ex empleados".
No es fácil seguir la pista de las redes de vishing. La Policía Nacional ha desmantelado dos en los últimos meses, que están pendientes de juicio. El número de teléfono desde el que nos llama quien quiere estafarnos está "enmascarado". Es decir, en la pantalla de nuestro móvil aparece un número normal, nada sospechoso, pero es falso. "Es otro número, aleatorio, que no está a nombre de nadie. Los delincuentes lo consiguen gracias a aplicaciones de móvil", añade el Comisario.
El vishing se está utilizando también para estafas del gas y la luz. Los delincuentes de nuevo consiguen bases de datos de clientes de una compañía eléctrica. Entonces llaman, casi siempre a restaurantes, en días de mucha clientela, casi siempre sábados. "Les dicen que tienen pendientes varios recibos y que, si no pagan ya los 1.200 euros, les cortan la luz en ese momento. Muchos pagan para evitar el follón y las pérdidas inmediatas", indica García-Serrano
Y en el país de la picaresca ya se está dando el caso del doble vishing, como el del vídeo que ilustra este reportaje. La policía detuvo a un hombre que ofrecía material electrónico en una página web. La primera estafa consistía en que no entregaba el material que sus víctimas pagaban. La segunda era el vishing en sentido estricto. Con la información que le habían dado sus víctimas para comprarle los supuestos aparatos, ya tenía sus números de teléfono móvil. Entonces, pasados unos días, les llamaba. "Sabemos que han sido víctimas de una estafa. Por favor, necesitamos sus datos bancarios online para proceder a su reembolso". Así, usaba esos datos para volver a cargar dinero en sus tarjetas de crédito. Hubo cientos de victimas, más de dos mil denuncias.