Profesor de la U. de los Andes e investigador asociado del IES, Daniel Mansuy advierte que los mismos que ahora van a gobernar colaboraron en horadar la legitimidad de Carabineros “cuando aquello era funcional a su agenda política y sus intereses de corto plazo”.
En carta a El Mercurio usted criticó a Gabriel Boric, Giorgio Jackson y Catalina Pérez por dictar “sentencia sumaria”, en febrero de 2021, por la muerte de un malabarista que se enfrentó a un sargento en Panguipulli, el cual, luego de ser investigado, la Corte lo sobreseyó al estimar que actuó en defensa propia.
Bueno, supongo que, en ese momento, ellos no sospechaban que un año después estarían administrando tanto poder. Desde esa posición, usaron todos los medios disponibles para debilitar al gobierno, a la autoridad y, en definitiva, a las instituciones. Siendo todos ellos parlamentarios, reaccionaron sobre caliente, culpando a una de las partes. En ese delirio estaban hace tan solo doce meses. Nunca les preocupó la realidad ni las personas involucradas, sólo intentaron que la situación encajara en su esquema mental. No olvidemos que la historia terminó con la quema de la municipalidad: ese era el clima que ellos fomentaban alegremente. Ahora, están a cargo de la seguridad y querrán controlar esa fuerza que alentaron con tanto entusiasmo, querrán empoderar a Carabineros, y seguro dirán que la seguridad es muy importante. Lamentablemente, las cosas no son tan mecánicas.
¿Cuál es el trasfondo que usted le asigna a este episodio?
Hay un maniqueísmo muy delicado: el caso se juzga ex ante por el lugar que tiene cada cual en la estructura social. Para cierta mentalidad, si hay algún incidente entre un malabarista y un carabinero, el culpable es necesariamente el carabinero. Desde esa perspectiva, no hay agencia ni libertad concebibles. Guardando las proporciones, es el mismo dispositivo que en el caso Dreyfus: es culpable porque pertenece a tal grupo. El individuo y su dignidad quedan completamente oscurecidos, pues el opresor está siempre de un lado. No notan que un parlamentario que gana ¿diez veces más? que un sargento, con acceso a medios e infinitas redes de influencia, también puede ejercer formas obscenas de dominación. ¿Qué puede hacer un sargento frente a parlamentarios como ellos?
¿Cuánto influye el caso Catrillanca y el actuar de carabineros del 18 O y que fue cuestionado desde diversos sectores, entre ellos Apruebo Dignidad. ¿Cuánto afectó a la institución?
Esos casos afectaron mucho, y con buenas razones, la credibilidad de Carabineros. Pero eso debería haber llamado a la prudencia: es tan absurdo pretender que todo carabinero es inocente por el hecho de serlo, como lo contrario. En cualquier caso, espero que la oposición a Boric no se comporte como él se comportó hace un año, culpando directamente al gobierno del episodio (“El gobierno de Piñera cómplice activo de esta locura”, fue uno de sus comentarios). Recordemos también el supuesto centro de torturas en Baquedano: definitivamente, las fake news no son monopolio de ningún sector.
Desde que Boric fue electo se ha reunido con Carabineros, dejó de hablar de refundación y llamó a actuar en conjunto con la institución para enfrentar el orden público. Cuatro migrantes fueron detenidos, la tarde de este martes, en Iquique, región de Tarapacá, luego de que se resistieran a una fiscalización de Carabineros y luego golpearan a dos funcionarios policiales. ¿Cuál es la solución?
No hay balas de plata, pero es obvio que necesitamos que Carabineros recupere su legitimidad. La dificultad estriba en que estos mismos dirigentes colaboraron a horadarla profundamente, cuando aquello era funcional a su agenda política y sus intereses de corto plazos. Las señales actuales en seguridad son realmente muy preocupantes, y a veces pienso que la agenda de seguridad se puede comer al gobierno. No estoy seguro de que tengan las herramientas para enfrentar esta cuestión.
“Carabineros de Chile, frente a estas situaciones, va a tener mano dura y resguardará por sobre todo la seguridad del personal que presta servicio, y sobre todo de aquel que es agredido de forma cobarde, como fue en esta oportunidad”, declaró el general Iván Monje, jefe de la zona de Carabineros de Arica y Parinacota. ¿Con qué elementos?, ¿Con qué preparación cuenta carabineros? ¿Es suficiente?
No basta con la buena voluntad, lo sabemos de sobra. Pero no habrá recuperación de la legitimidad sin piso político para ello, si los personeros públicos no están dispuestos a asumir el costo del inevitable uso legítimo de la fuerza. Además, habrá una demanda creciente en la materia: José Antonio Kast llegó a 45% martillando ese clavo. Desde luego, eso debe ir acompañado de una reforma profunda de Carabineros, respecto de la cual existe amplio consenso.
¿Usted plantea que para Boric, Pérez y Jackson la justicia se subordina a una causa que creen defender?
Sí, en ese momento al menos, a ellos no les interesó nada la eventual inocencia del sargento, sólo se preocuparon de empujar su propia agenda, sin medir los costos. Quizás nunca esperaron llegar a ser gobierno tan pronto. Igualmente, es raro querer ser justiciero pasando por encima de la honra de un funcionario público que sólo cumplía con su trabajo, y cuyo único pecado es no figurar en el catálogo de víctimas elaborado por el Frente Amplio. Hay un problema moral muy profundo en esa actitud.