Cada organización necesita apoyo en numerosas áreas para seguir adelante y desarrollarse, sin lo cual puede quedar paralizada y, a la larga, desaparecer. Por lo general, las grandes empresas cuentan con grandes oficinas para abordar cada uno de sus problemas, pero no ocurre lo mismo con las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, que necesitan ayuda externa para seguir adelante, pero afortunadamente esa ayuda existe y la ofrecen las consultorías empresariales.
La poderosa actividad de una organización, sea cual sea su tipo y tamaño, requiere constantemente apoyo en diferentes materias y tener conocimiento sobre ciertas cuestiones, por ejemplo, saber cuánto se paga de seguridad social de un trabajador. Para conseguirlo, se deben designar herramientas y personal especializado para ocuparse de estos asuntos.
Tal vez una gran empresa y con años de funcionamiento tenga la posibilidad de contar con el peso de varios departamentos para cumplir con los roles funcionales de la empresa y otros procedimientos, como enfrentarse a las consecuencias de una denuncia ante la inspección de trabajo. Sin embargo, no todas tienen esa posibilidad, en particular las empresas pequeñas y medianas, y mucho menos las personas que son autónomas.
En cualquier caso, no hay razón de peso para estresarse, ya que existen consultorías empresariales que pueden cubrir de forma impecable estas funciones innatas a la actividad de cualquier organización. Un ejemplo claro es la asesoría Ayuda T Pymes, una gestoría que ofrece su apoyo a autónomos y pequeñas y medianas empresas de toda España.
Esta es una de las preguntas a la que debe enfrentarse cualquier empresa cuando empieza a crecer debido a la creciente demanda de trabajo.
La decisión puede ser complicada. Por un lado, en el caso de que sea demasiado pronto, es posible que tengas recortar de un lado para pagar un sueldo nuevo, o que el nuevo trabajador no tenga aún suficiente trabajo en vista de que el negocio está actualmente en una fase inicial y los clientes no son todavía suficientes.
Por otra parte, si contratas a una persona demasiado tarde, es posible que en estas alturas estés saturado de trabajo y no tengas tiempo ni de hacer una pequeña parada de 5 minutos.
Detectar el momento idóneo para contratar a un empleado puede ser el punto de inflexión en el que tu empresa tome el camino hacia el éxito o, por el contrario, al fracaso.
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— Narendra Sisodiya Sat Jan 08 17:28:55 +0000 2011
Entonces, ¿en qué momento decidirte? De la misma manera que otras elecciones que hacemos a largo de la vida cotidiana, no hay una respuesta definitiva a esto; en cualquier caso, aquí hay algunos consejos que serán extremadamente valiosos para ayudarte con esta elección.
Antes de contratar a una persona, debe saber qué tipo talento estás buscando. Hay muchísimas habilidades que puedes buscar en un individuo.
No basta con que pienses "quiero ayuda para realizar mis funciones" o "quiero a un programador". Debes ser explícito y contemplar todos los detalles.
En el caso de que la primera persona que contrates haga funciones para la que no estás preparado o no tienes las habilidades requeridas, el trabajador será un buen partido.
Imagina que quieres pasarte al mundo digital y ofrecer tus servicios o productos en Internet, preferiblemente, el primer trabajador que contrates deberá tener experiencia en diseño web y los conocimientos suficientes para poder publicar tu web con un hosting de calidad.Consisten en funciones específicas para las que se debe estar preparado y no cualquiera puede llevarlas a cabo. Por lo tanto, esa ayuda te vendría genial para tu propósito, tener presencia en Internet.
Principalmente, los dos objetivos de un empleado son ahorrar dinero a la empresa, producir y generar ingresos. Si percibes que el futuro trabajador podrá conseguir alguno de estos dos objetivos, no te lo pienses y contrátalo.
Cuando se crea una empresa, obtener beneficios es mucho más importante que ahorrar dinero. Además, suponiendo que tu negocio tiene similitudes con el resto de las pequeñas empresas, te darás cuenta de que el paso esencial no es ahorrar, es invertir los beneficios generados para seguir creciendo.
El primer paso como emprendedor es crear un producto o servicio y hacerlo avanzar, al mismo tiempo que crece la base de clientes, ya que, al final, los consumidores son los que te ayudarán a que tu negocio crezca. En un futuro próximo, aparecen otras cuestiones por las que puedes empezar a preocuparte, como qué servicios puedes derivar a profesionales independientes y otras empresas, y en qué puedes recortar para ahorrar dinero.
Así que, en función de la fase en la que se encuentre el proyecto, sabrás si es el momento idóneo para contratar a alguien, las funciones a las que debe dedicarse, atendiendo a los nuevos procesos que serán beneficioso para tu empresa.