Antonio Ortí
En el año 1993 el cantante Haddaway preguntó al mundo, contorneando las caderas: “What is love?”. No se sabe muy bien si obtuvo alguna respuesta concluyente, pero cada vez más científicos investigan si hay una especie de fórmula para ligar. “No me hieras… no más”, decía en su himno rompepistas el cantante trinitense. “No sé qué puedo hacer. Depende de ti”, continuaba la canción. Pues bien, aunque el amor parece estar muy alejado de la fría y dura realidad de la ciencia, cadavez más publicaciones científicas intentan arrojar luz sobre los vericuetos de juntarse con otra persona.
El cómico estadounidense Georges Burns describió una vez al amor como algo parecido a un dolor de espalda: “No aparece en las radiografías, pero sabes que está ahí”, decía. Tal vez por ello, el deseo de iniciar, mantener y expandir una relación sentimental está llevando incluso a utilizar incluso resonancias magnéticas para intentar racionalizar algo tan escurridizo como la atracción.
Un estudio titulado Diferencias individuales en la comunicación del interés romántico: desarrollo del inventario de estilos de coqueteo, realizado por la Universidad de Kansas, distingue, por ejemplo, entre cinco tipos de ligoteo. A saber: el estilo de flirteo tradicional (que lleva a comportarse siguiendo los roles tradicionales en el cortejo, es decir, siendo el hombre el que inicia la relación y da el primer paso verbal); el flirteo físico (donde la posibilidad de tener contacto sexual es un componente importante, lo que lleva a exhibir partes del cuerpo y a pavonearse); el flirteo sincero (marcado por el deseo de crear un vínculo emocional con una potencial pareja romántica); el estilo de coqueteo juguetón o lúdico (según el cual ligar es, sobre todo, algo divertido que no implica necesariamente el inicio de una relación) y el flirteo cortés.
La pregunta: ¿cuál es el mejor? Según esta investigación, el estilo lúdico es el peor valorado por las mujeres. En cambio, los estilos físico, sincero y juguetón se correlacionaron con un mayor éxito en las citas. En concreto, el estilo de flirteo sincero y el físico produjeron una mayor conexión emocional y más química sexual.
El anterior trabajo sugiere que una vez la mente decide que alguien le agrada como pareja potencial, el cuerpo automáticamente comienza a cambiar físicamente para atraer a esa persona. El problema se presenta cuando quien está delante no sabe interpretar las señales. Porque…¿existe una expresión facial que represente al coqueteo?
En febrero de 2021 un equipo de investigadores norteamericanos e ingleses publicó en el Journal of Sex Research el estudio Identificación de una expresión facial de flirteo y su efecto en los hombres. Su conclusión fue que la señal facial de coqueteo que mejor reconocen los hombres incluye “una cabeza girada hacia un lado e inclinada ligeramente hacia abajo, una ligera sonrisa y los ojos mirando hacia el objetivo implícito”.
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No obstante, no solamente los hombres tienen problemas con el lenguaje no verbal. En The Science of Love and Attraction, un libro publicado en 2020, el neurocientífico M. Oktar Guloglu apunta que hoy día solamente un 28% de las personas percibe correctamente si alguien coquetea con ellas.
El hecho de que el ligoteo sea cada vez más objeto de estudio por parte de las ciencias sociales, la psicobiología o la neurociencia puede que responda a un hecho sorprendente que comienzan a reflejar las encuestas: a pesar de la aparición de apps de citas como Grindr o Tinder y de la cultura del match, cada vez es más difícil encontrar una pareja que no sea flor de un día. Como muestra un botón: según una encuesta realizada en EE.UU. antes de la pandemia, casi la mitad de los estadounidenses manifiesta que encontrar pareja es ahora mucho más difícil que hace diez años. Las aplicaciones de citas, confirman otras investigaciones, han conseguido que sea bastante más fácil conocer a posibles amantes, pero muchísimo más difícil enamorarse y permanecer enamorado.
De forma velada o explícita, algunas investigaciones apuntan por qué ahora es tan difícil encontrar pareja.Una posible razón es el miedo a estar perdiendo opciones mejores en un contexto de miles candidatos al alcance de un click. Otros motivos recurrentes son la falta de paciencia, la búsqueda de la satisfacción inmediata, la superficialidad, el ascenso meteórico del yoísmo y el aumento de los casos de acoso sexual.
Las citas exprés están llevando a descuidar el cortejo, algo que comienza a recoger la literatura científica. Por ejemplo, un estudio de 2020 titulado ¿Me das tu número de teléfono?, sugiere que hay ciertas estrategias mejores que otras para conseguir un número de teléfono o acordar una nueva cita.
La pregunta que plantea la investigación es: ¿cómo reaccionan los hombres a las frases que utilizan las mujeres para ligar? Para averiguarlo, los científicos pidieron a una muestra de mujeres que informaran sobre cómo se acercarían y empezarían a hablar con un hombre desconocido. La táctica más frecuente consistió en acercarse, saludar e iniciar una conversación. A partir de aquí, se abrían tres caminos: emplear frases inocuas como el Hola inicial o "¿dónde te hiciste el tatuaje? ¿te dolió?"; ser más directas ("¿Puedes darme tu número de teléfono?") o lanzar frases divertidas y coquetas ("¿Te puedo hacer una foto para enseñarle a Santa Claus lo que quiero por Navidad?" o"Tu cuerpo es aproximadamente un 65% agua y tengo sed").
Posteriormente, se pidió a hombres heterosexuales que valoraran la efectividad de las frases. En el estudio, publicado en Personality and Individual Differences, los investigadores anotaron: “la comunicación inicial es fundamental para determinar si una interacción y una relación posterior continuarán o no”. El resultado fue el previsible: los hombres prefieren que las mujeres sean directas a que empleen frases frívolas o inofensivas, siendo estas últimas las menos preferidas, ya que cuando las frases para ligar son muy inocuas ellos no se aperciben de que una mujer pueda estar coqueteando.
En cuanto a las mujeres, algunas investigaciones previas insinuaban que preferían, en general, a hombres con sentido del humor, lo que podría llevar a pensar que frases como "¿puedo comprarte una isla?" o "me gustaría vivir contigo en una cueva y cazar dinosaurios para ti deberían ser sus favoritas", cuando sucede justamente lo contrario. Por lo general, las mujeres son más receptivas a las frases inofensivas, seguidas de las directas. En cambio, las frases menos serias para ligar no suelen ser eficaces para el fin propuesto, el estudio sugiere que las mujeres las perciben como típicas de personas que no son dignas de confianza.
El hecho de que cada vez sea más difícil encontrar la aguja en el pajar, está motivando que algunas plataformas de búsqueda de pareja intenten aplicar métodos científicos. Es el caso, por ejemplo, de la empresa Alcanda Matchmaking, que se promociona ofertando procedimientos similares a los usados para la captación de altos directivos, razón por la que incluye tres normas de calidad: la UNE 93200, la ISO 9001 y la ISO 10667.
Según Verónica Alcanda, directora de Alcanda Matchmaking,el hecho de que el nuevo símbolo de estatus del siglo XXI sea estar muy ocupado está dejando sin tiempo a las élites empresariales y financieras para algo tan mundano como encontrar pareja, propiciando lo que Alcanda denomina “la soledad del líder”.
Al parecer, muchos altos ejecutivos norteamericanos (y cada vez más europeos) llegan a pagar entre 100.000 y 200.000 dólares, “y en algunos casos, hasta un millón”, dice Alcanda, por encontrar a la pareja ideal de modo científico. Otro tanto está ocurriendo en Gran Bretaña, donde este selecto servicio oscila entre 15.000 y 100.000 libras esterlinas (entre 17.500 y 117.000 euros).
El dinero invertido, explica esta antigua ejecutiva que reconoce haber dedicado gran parte de su vida a buscar un príncipe azul, “pese a que todas sabemos que no existen”, da derecho a conocer a un mínimo de cinco candidatos en seis meses o a ocho personas en un año. “Las mujeres suelen ser mucho más exigentes porque lo quieren todo. En cambio, los hombres son más físicos, por lo que si la candidata es atractiva, los demás requisitos dejan de ser condición sine qua non”, reconoce.
Para afinar al máximo, Alcanda dice aplicar a la búsqueda de pareja diez reglas económicas, por orden de importancia. La primera regla dice: “Ante un mercado de commodities, es importante diferenciarse y destacar sobre el resto de personas que se encuentran buscando el mismo objetivo”. He aquí la segunda norma: “Demora tu pay back, es decir, a pesar de que el sexo en la primera cita está a la orden del día, a veces también es recomendable esperar un poco si realmente se quiere conocer a una persona o si creemos que puede ser una pareja estable. Ir desvelando información sobre nosotros poco a poco demora tu pay back e incrementa tu valor”.
Hay otras normas bastante curiosas. La cuarta regla, por ejemplo, recomienda diversificar el portafolio: “en el amor, como en la economía, para comprobar si una inversión es segura, se deben adoptar diferentes niveles de riesgo y comprobar cuál funciona mejor. Si aquellas personas con las que tomas mayor riesgo no ofrecen el retorno esperado, siempre quedarán aquellas con menor riesgo pero mayor garantía”. Tampoco tiene desperdicio la séptima norma: “Fija tu segunda mejor opción. Esto en el fondo te dará mayor retorno pues, como todos sabemos, la apariencia se sobrevalora en el presente pero se deprecia con el tiempo".
Alcanda explica que su empresa ha puesto en marcha un programallamado How to become a Gentleman (Cómo convertirse en un caballero) que pretende recuperar valores perdidos. “Lo que más valoran las mujeres hoy día es la honestidad y el compromiso”. En cuanto a los hombres, además de lealtad, reclaman, señala Alcanda, “que además de ser triunfadoras y poderosas no pierdan la feminidad”, apunta.
Por ahora unas 200 personas ya han disfrutado de este servicio, estima Alcanda. Sin embargo, cada vez son más las investigaciones que destacan que cada vez ligamos peor, y más los científicos que intentan crear fórmulas que pongan un poco de orden en algo tan personal e intransferible como encontrar alguien que nos quiera.
Cuatro estudios que cualquier amante debería memorizar1