Pero no debemos pasar por alto el cable de carga, que es tan importante o más importante que el propio conector que va a la pared. Para asegurarnos de que no falla, podemos testarlo con otro smartphone o dispositivo. De esta manera saldremos de dudas para averiguar si el fallo está en nuestro batería o en el propio punto de unión entre ambos.
Los problemas que nos llevan a que la batería del móvil no reaccione, muchas veces se debe a que la batería o el propio conectar no llegan a realizar contacto entre sí. En este caso lo que pensaremos es que hay polvo, suciedad, mugre u otra obstrucción en el puerto de carga del teléfono. Para salir de esta situación no nada mejor que un rápido soplido, pasar con mucho cuidado un alfiler al conector y después volver a probarlo.
Si tu teléfono Android no se enciende a pesar de hacer todo lo que hemos visto hasta ahora, una solución es llevar a cabo un reinicio del ciclo de batería. Para los dispositivos con una batería extraíble, es tan fácil como sacarla, esperar unos segundos, y ponerla de nuevo. Si tu smartphone no tiene una batería extraíble como ya ocurre en la mayoría de los casos, mantén presionado el botón de encendido del dispositivo durante varios segundos.
Dependiendo del fabricante, deberías mantenerlo así durante 10 o 30 segundos. Cuanto más, mejor, hasta que alguna imagen o logotipo aparezcan en la pantalla. Esto no será imposible aunque el móvil parezca que no tiene batería, pues siempre queda un pequeño porcentaje de emergencia para estos casos.
Después volvemos a conectar el teléfono al cargador y esperamos un minuto para ver si el icono de carga aparece en la pantalla. Si no aparece el icono o vemos algún led de carga significa que la batería no tiene suficiente energía para encender o mostrar cualquier contenido en la pantalla. Deja que el móvil se cargue durante algunos minutos más y a continuación, inténtelo de nuevo. Si sigue con salir, la batería ha muerto. En caso de que veamos alguna reacción, tendremos que pensar en que la batería está bien y pasaremos a centrarnos en el móvil.
Aunque no lo hayas pensado, el teléfono puede estar encendido sin que te des cuenta. Podría ser que el problema está en que la pantalla está rota y no muestra imagen alguna. Afortunadamente, es fácil saber si la pantalla es la culpable. Para ello mantén el botón de encendido 30 segundos para apagar el móvil y pulsado de nuevo para encender el móvil y que arranque el sistema.
Ahora espera a que el smartphone haga algún sonido o, simplemente, llámate desde otro número para ver (si no está silenciado) si el móvil suena. Otra forma de comprobar que la pantalla es la culpable, es conectar el móvil al ordenador, si somos capaces de controlarlo, esto querrá decir no solo que el móvil no está muerto, sino que podemos sacar todas las fotos, archivos y elementos importantes antes de que nos reparen la pantalla.
Si aún tras probar todo esto, sigues viendo que el móvil no enciende, podemos probar a devolver el smartphone a su estado de fábrica. Tal vez el dispositivo se encienda en este proceso, pero no puede ir más allá del proceso de arranque debido a una actualización corrupta o la instalación de una ROM de forma inadecuada. En este caso, se puede tratar de restablecer el dispositivo haciendo un Hard Reset.
Esto debería devolver a la vida a tu móvil, pero de no ser así, puede que estemos ante un fallo de hardware cuyo origen se encuentre en la batería u otro componente y te toque, o bien llevar a reparar el móvil o comprar uno nuevo.
No tenemos por qué ponernos en lo peor, dado que algunas veces lo único que ha ocurrido y que solucionará en el servicio técnico, es que la batería se ha desconectado de la placa base y no recibe la señal. Pero esos pasos será mejor dejarlo en manos de profesionales, pues tocar la batería, incluso con las herramientas adecuadas puede provocar un cortocircuito que rompa para siempre el móvil y nos haga estar en peligro.